Los territorios frente al despojo de la industria forestal

Rubén Ortiz, referente del Movimiento Pedagógico de Liberación participó del conversatorio “Empresas forestales en el sur de Abya Yala: Voces desde los territorios”

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Organizado por territorios autoconvocados de Wallmapu, Brasil, Uruguay y Argentina, el ciclo de encuentros tiene como fin, “denunciar y solidarizarse con la situación actual en Wallmapu, e intercambiar y fortalecer lazos entre territorios que no entienden de fronteras, que resisten y sostienen la vida frente al sistema de muerte y colonialismo extractivista, particularmente ante su expresión como modelo o cadena forestal-celulósica”. 

En su participación, Ortiz hilvanó los orígenes de la industria papelera con la creación de Celulosa Argentina SA en 1956, el andamiaje de los primeros ensayos de saqueo con la dictadura militar en los 70, que financió en Misiones dos emprendimientos, Alto Paraná SA y CPP cuyo esquema resultó en una estafa al ser absorbidas sus deudas por parte del estado en los años de democracia y finalmente vendidas a Arauco Chile de Anacleto Angelini.

Según Ortiz, en su territorio como en el de varios disertantes, se han hecho “reformas agrarias disfrazadas de ordenamiento territorial” de tal modo que tienen “el 50% de las tierras productivas aptas para el cultivo con monocultivos de pino y eucaliptus” provocando hambrunas, éxodo rural, destrucción de derechos de los trabajadores, empleo de baja calidad en términos de estabilidad, el acorralamiento de los pueblos originarios, contaminación del agua, pérdida de biodiversidad, desaparición de cultivos tradicionales y estafa al estado argentino con las exenciones de impuestos que benefician a las corporaciones.  

Anticipando un libro de próxima aparición, bajo el título “Monopolio y extranjerización del territorio a partir de la industria papelera”, Ortiz asegura que “es fácil entender el engaño”, al cuantificar la distorsión discursiva sobre la generación de empleo: mientras la mano de obra yerbatera genera por hectárea 168 puestos de trabajo, la industria de celulosa apenas llega a los 4,5 puestos en igual superficie. Denunció también que mientras avanza la industria forestal “los pueblos originarios están cada vez más acorralados y en los lugares donde se instaló la pastera hay cada vez más desocupación y destrozo de puestos de trabajo”.

Como método de resistencia, el referente del Movimiento Pedagógico de Liberación compartió el modelo de educación popular, con escuelas de formación política para organizaciones de zafreros, campesinos e indígenas, así como el monitoreo y la investigación por y para los pueblos, plasmando el contrapunto a una universidad provincial cooptada por las corporaciones al reforzar “este proyecto de entrega escandaloso” desde la carrera de Ciencias Forestales. Ortiz concluyó solidarizándose con las luchas territoriales del pueblo mapuche frente a los modelos de exclusión que impulsa el extractivismo y las complicidades políticas, jurídicas y mediáticas.

 

El conversatorio completo está disponible en https://fb.watch/92RSOUrmzC/ 

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