Un año de militarización de tierras mapuches por el Gobierno de Boric

Fue el 17 de mayo de 2022, cuando el gobierno decretó el primer estado de emergencia en la zona de la Araucanía, debido a los constantes casos de violencia rural de la zona.

---

Por Juan Ortega, de Radio JGM

 

Avanza mayo en tierras chilenas con el contundente golpe de la ultraderecha obteniendo un triunfo en las recientes elecciones de candidatos al consejo constituyente, en este ajetreado y sinuoso proceso de la sociedad trasandina por encontrar un nuevo rumbo para el país.

El 60 % de los electores decidió votar el pasado 7 de mayo por representantes de derecha y ultraderecha para integrar el organismo que redactará la nueva constitución. Una ultraderecha republicana, neofascista y retrograda para salir de la constitución de Pinochet. Una paradoja que solo pasa en nuestra tierra.

Pero no es el único triunfo que los sectores conservadores cuentan en este último año. Hoy 17 de mayo se cumple un año de la militarización del wallmapu, parte del territorio ancestral de la nación mapuche, por orden del presidente Gabriel Boric.

Hoy son recuerdos muertos, esos mensajes de campaña presidencial que prometían devolver a los militares a sus cuarteles en la elección de diciembre de 2021.  La distancia que se pretendía establecer con las políticas represivas del ex presidente Sebastian Piñera, fue solo un saludo a la bandera que no alcanzó a durar mucho.

El 17 de mayo de 2022, el gobierno con la ayuda del congreso dicta el primer decreto de estado de emergencia en la zona de la Araucanía, debido a los constantes casos de violencia rural de la zona. Un estado de excepción constitucional que ha contado con el apoyo de ministros, diputados y senadores de partidos que se dicen ser de centro izquierda. 

Militarización que ha movilizado recursos millonarios en poblar las comunidades con patrullas militares, con policías ultra armadas y con protocolos y medidas que violan derechos humanos fundamentales.

Qué argumentos se han utilizado para sostener la medida por tanto tiempo?
¿Cuáles han sido los logros de esta medida de fuerza que violenta la vida cotidiana de las comunidades? ¿Se puede evaluar positivamente la medida?

Los casos de violencia rural argumentados por el gobierno, la derecha y los empresarios forestales están estrechamente relacionados con el robo de madera y las mafias que operan en toda la región talando ilegalmente bosques privados, asaltando camiones cargados y vendiendo la biomasa mercantil en los puertos de salida.

Es un problema de seguridad de privados que esconde un lucrativo negocio que ha beneficiado a múltiples actores de la zona. No son pocos los casos donde se ha detenido a funcionarios policiales y ex uniformados ligados a este lucrativo actuar criminal.

Las comunidades por su parte, ven militarizadas sus rutas, son controlados de forma cotidiana, recibiendo tratos vejatorios por parte de las policías y exacerbando más aún el racismo imperante en la zona.  La situación de persecución a líderes, lonkos, machis y werkenes mapuche no cesa, e incluso se ha vuelto a usar el concepto de testigos protegidos para los procesos condenatorios.

¿A quién le conviene este despliegue militar en la zona de la Araucanía? ¿Quien gana teniendo excepciones constitucionales en un determinado territorio, ampliando facultades represivas de los agentes del estado? ¿En qué se beneficia el gobierno al dar en el gusto a las agendas conservadoras?

Siempre pareciera ser que son los indios los culpables, esas comunidades en lucha y resistencia, que gracias a esta militarización han perdido incluso sus cosechas ya que la ley permite que se les incaute la producción de la tierra que hacen en sus territorios. 

Me pregunto qué les diremos a las nuevas generaciones mapuches, que crecieron viendo el campo lleno de militares, asumiendo que la demanda por las tierras ancestrales de sus abuelos, se soluciona con la protección solapada de un negocio redondo ligado a la extracción forestal. 

¿Esperaremos que se definan como chilenos y chilenas, y que se integren a los caminos de desarrollo neoliberal que como sociedad supuestamente les ofrecemos.?

La violencia engendra siempre más violencia, y este primer año de militarización del wallmapu, sin avances ni logros plausibles, no es la excepción de la regla.

---