Se cumple la segunda semana de paro y clases públicas. Fue en el marco de un plan de lucha para visibilizar el conflicto ante la falta de respuesta del Gobierno Nacional.
Karina Giomi - ADUF - Univ. Nac. de Tierra del Fuego [Descargar]
Mariana Ortiz - Univ. Nac. del Comahue [Descargar]
Romina Gómez - Univ. Nac. De La Rioja [Descargar]
El Frente Sindical Universitario que agrupa al sector docente y no docente convocó a un plan de lucha a nivel nacional. Comenzó con un paro por 72 horas en todo el país a partir de lunes 12 de agosto así como el martes 20 y miércoles 21. También se realizaron clases públicas los días restantes. Esta semana las y los trabajadores de la educación llevaron adelante un paro de 48hs.
El grave atraso salarial, la falta de presupuesto para las actividades de extensión, investigación, mantenimiento y becas estudiantiles marcan lo insostenible de la situación para el sistema universitario. Romina Gómez, de la Universidad Nacional de la Rioja, Karina Giomi, de la Universidad de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur y Mariana Ortiz, de la Universidad Nacional del Comahue, contaron la situación de emergencia en sus respectivos lugares.
Karina Giomi es parte de la Asociación de Docentes de la Universidad de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico. Adhieren y llevan adelante el plan de lucha porque “el gobierno está desconociendo las negociaciones paritarias. Son reuniones donde hay ofertas de modo unilateral por parte del gobierno. No es una reunión en donde realmente se pone en juego el análisis de la situación, el desfinanciamiento que está sufriendo nuestra universidad, el tema de los salarios” explica. Es muy preocupante porque la pérdida del poder adquisitivo de sus salarios es de un 58% si se cuenta desde diciembre de 2023 hasta julio.
La situación implica “un deterioro generalizado del sector y un abandono que hace muy difícil que las universidades puedan cumplir con sus funciones sustantivas en formación, extensión, investigación, vinculación. Por lo tanto estamos realizando estas medidas de lucha” sintetiza Giomi. Mientras, esperan a que el gobierno convoque a paritarias y revise los porcentajes de aumentos de 2% y 3%, los cuales consideran realmente insuficientes.
En la Universidad Nacional de La Rioja “el paro ha sido absoluto, total, tanto de docentes como de trabajadores no docentes” cuenta Romina Gómez, a cargo de la Carrera de Comunicación Social. Los dos sindicatos de la federaciones docentes adhirieron a las medidas de fuerza. Coincide en que “los reclamos tienen que ver con la deuda salarial para con docentes y no docentes, no solo de nuestra universidad sino con todo el sistema universitario nacional, puesto que nuestros salarios están totalmente desactualizados pese a las innumerables reuniones que han mantenido nuestras federaciones con el gobierno nacional”. También se movilizan por la regularización de los docentes del Hospital de Clínicas Virgen María de Fátima que es el hospital escuela de La Rioja y los del colegio pre universitario General San Martín.
En la Universidad Nacional del Comahue el paro tuvo un alto acatamiento. Los gremios docentes y no docentes tuvieron el apoyo de los estudiantes y al igual que las otras universidades exigen de forma urgente la recomposición salarial. Mariana Ortiz indicó que la pérdida “llega al 100% si contamos el cargo inicial porque han congelado la garantía salarial que nos aseguraba un piso de ingresos. Esta situación para los trabajadores de la Universidad ya es insostenible, porque además se suma la baja de presupuesto en extensión, investigación y todos los gastos de mantenimiento. Por ejemplo en la UNCO se tuvo que extender una semana el receso invernal para disminuir el consumo de gas”. En el Comahue se realizaron volanteadas, asambleas inter claustros y en la próxima reunión de consejo se va a pedir la emergencia salarial al rectorado.
En el marco del paro y las protestas universitaria por la crisis, el Gobierno presentó un proyecto de ley en el Congreso de la Nación para declarar a la educación como servicio esencial y así limitar los reclamos de docentes y trabajadores. Es para que “la educación deje de ser un derecho social y pase a ser un servicio estratégico esencial” explica Federico Puy del sindicato ADEMYS. El gremio marchó junto a otras organizaciones al Congreso en oposición a esta ley que “lo único que quiere es impedir nuestro derecho a huelga porque de ninguna manera es declarar a la educación esencial en el sentido de invertir en las escuelas, de construir escuelas, bibliotecas, laboratorios, de que los chicos tengan becas integrales o aumentar el salario docente” manifestó Puy.
En tanto, el plan de lucha de la educación superior continúa a nivel nacional. Karina Giomi cuenta que se está “proyectando la posibilidad de hacer una gran marcha nuevamente como la del 23 de abril que fue contundente. Organizada para fin de agosto o inicio de septiembre, es lo que se esta evaluando en estos días”. Sobre esa marcha cree que “el 23 de abril fue un claro mensaje de que con la universidad pública se juegan los proyectos de vida de muchos jóvenes, argentinos, y por eso el acompañamiento de la sociedad fue generalizado. Realmente esperamos que la sociedad nos pueda acompañar, seguir acompañando. Seguimos en plan de lucha.”
Por Fernanda Herrera
En el marco de las prácticas profesionales de la la Carrera de Comunicación Social de la UBA.
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