Los septiembres de Chile

Empieza septiembre y se revuelven las emociones en un Chile desigual. Diversos Chiles que conmemoran distintos septiembres.

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Por Paula Cárdenas y Juan Ortega de Radio JGM

 

Para unos, llega un septiembre tricolor, con narrativa de patriotismo publicitario, con olor a asado y volantines en las calles. Con las guitarras y la cueca sonando, con las fondas encendidas y los terremotos etílicos con sus réplicas sociales. Donde los sentimientos nacionalistas aprovechan de calar un poco más hondo y todo se hace turismo, costumbrismo y consumismo.

Un ambiente de jolgorio en medio de la fiesta de la independencia de Chile y la celebración de la parada militar, recordando las glorias del ejército. Las glorias del ejército…

Ocho días antes, otro Chile no olvida lo que la bota militar le ha hecho a este territorio. 51 años ya han pasado desde aquel 11 de septiembre de 1973, que se marcó a fuego en nuestra historia, en nuestras pieles, en nuestras vidas, en nuestras familias. 

Un 11 de septiembre en el que el proyecto socialista fue arrancado de cuajo por el Golpe Civil Militar, una estrategia promovida desde EEUU por el gobierno de Richard Nixon, que contó con la venia de la aristocracia nacional, una acción de sangrienta injerencia internacional defendida hoy por quienes justamente se hacen llamar “patriotas”. Paradójico.

Una dictadura que para muchos terminó hace 34 años, pero que para algunos y algunas sigue durando una eternidad ¿Dónde están? Dónde están los que no están? ¿Dónde están los que lo hicieron? ¿Dónde están los que saben ?

Una dictadura que duró 17 años, en los que el régimen militar vendió las tierras, el agua, la naturaleza casi por completo al exterior. Donde selló con una constitución los pases baratos para que otros países vengan a poner sus empresas extractivistas y a dejar los pueblos como zonas de sacrificios.

También otro septiembre nos lleva a otra derrota: el 4 de septiembre de 2022, cuando la ciudadanía rechazó la propuesta de nueva constitución. cerrando la puerta a un cambio que asegurara un mínimo de dignidad a los habitantes de Chile, y que permitiese al menos, imaginar un país más justo. Otra derrota que todavía se escucha, se vive y se siente.

Para los medios fue la derrota del horizonte de un Estado plurinacional y con libre determinación de los pueblos, el fin de la defensa de los derechos de la naturaleza, el acceso universal al agua, el rechazo a la promoción de la paridad y la equidad de género, al fomento a la ciencia y la tecnología para el servicio público, entre otras ampliaciones de derechos.

El rechazo de una constitución que prometía esperanza para una parte de este país, pero que para otro sector significaba el peligro de perder privilegios. Mismo sector que hoy celebra el 4 de septiembre como el día en que Chile votó en contra de un proyecto que buscaba refundar Chile. 

Refundar un Chile escrito por manos fascistas.  Tarea que nos queda pendiente todavía, en una opinión pública que ya no se sorprende por la corrupción, ni por el tráfico de influencias, ni por el poder del dinero para elegir quien llega a los cargos de poder, un pueblo que se acostumbra a complejas tramas de mafias políticas que de vez en cuando salen a la luz, para demostrar cómo la política partidista nacional descansa en el legado de la dictadura, que tan bien supo cuidar este proceso llamado camino hacia la democracia.

Septiembre llega y con él, muchos septiembres que conviven, que están en la memoria Y en los sueños y anhelos de un pueblo que desde las derrotas, debe recuperar las luchas, ahí en el mismo lugar donde se dejaron.

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